Con parecidas palabras
pero iguales sentimientos,
han cantado al amor
poetas de todos los tiempos,
así hemos probado los mortales
todos de su veneno.
No por ser antes advertidos
ha escarmentado nadie en corazón ajeno,
cada cual libra su batalla,
sin restar esfuerzo ni rebajar sufrimiento
para conseguir el "amor"
aquel, el de sus sueños.
Amor platónico, romántico, sádico o lujurioso,
tan variados en sus tormentos,
cada uno probará el suyo
le dará igual subir al cielo
o bajar a los infiernos,
librando mil batallas, con su fe,
su conciencia y su alma.
Todos buscan ese amor
único, exclusivo, infinito, auténtico,
ese que nubla la razón,
los ojos, el entendimiento,
todo lo que respira es amor
desde que Cupido paró el tiempo.
No presumiré de dolor
ni de ser victima o experta en la materia,
un día sufrí por amor
por necia y por ingenua.
He aprendido la lección,
no quiero caer en la misma piedra,
pero sigo esperando ese amor
único y verdadero.
Tengo un nuevo corazón
después de juntar las piezas,
espero que Cupido acierte
y dispare con su mano diestra.
-Lara-