Dicen que el tiempo todo lo cura
hasta la mayor de las desdichas
me pregunto cuanto he de esperar
para olvidar el dolor de tantas finas espinas.
No son todas de amor,
de amor y decepción,
de soledad y pesadumbre
de soledad y pesadumbre
de los reveses de la vida.
No sé a que cielo he de rogar
ni que penitencia acatar
para espiar mis culpas
ni que penitencia acatar
para espiar mis culpas
y disipar mis pesadillas.
El dolor no cesa
de profundas y viejas heridas,
el pasado nunca se fue,
está presente cada día.
-Lara-
está presente cada día.
-Lara-