.

.

12 marzo 2012






Olvídate de mí
desde hoy y para siempre,
no nos queda amor,
 lo perdimos en una noche de mentiras,
cuando tu traición hablaba por si misma.

Te olvidaré sin nostalgia ni rencor,
sin derramar una lágrima ni cortarme las venas.


 

2 comentarios:

  1. Es triste aceptar que alguien a quien damos tanto nos devuelva solo decepción.
    Sin embargo podemos calmar el alma sabiendo que hicimos todo lo bueno que pudimos, no fallamos ni fracasamos, simplemente miramos un horizonte que no era el nuestro, siempre nos quedará seguir adelante e intentar divisarlo.
    Un abrazo fuerte cielo.

    ResponderEliminar
  2. Poema lleno de nostalgia donde la tristeza no se disipa, siempre digo que no se pueden forzar las situaciones que la vida es un camino de rosas, pero con espinas a ambos lados, y hay que saber sortarlas para no pincharse.
    precioso el poema. Besos.

    ResponderEliminar

Archivos

*