Olvídate de mí
desde hoy y para siempre,
no nos queda amor,
lo perdimos en una noche de mentiras,
cuando tu traición hablaba por si misma.
Te olvidaré sin nostalgia ni rencor,
sin derramar una lágrima ni cortarme las venas.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...