"A cierta edad, un poco por amor propio,
otro poco por picardia,
las cosas que más deseamos
son las que fingimos no desear."
-Marcel Proust-
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...
Igual es psicología inversa.
ResponderEliminarBesos
Quizás María es psicología inversa, pero puede ser el colmo de la contradicción, por no terminar de reconocer los propios deseos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es completamente cierto.
ResponderEliminarEl más temido de los miedos humanos es al fracaso, a veces nos anticipamos a él al no atrevernos.
Un besazo.
Complejo Lara, ésto del mundo interior es complicado se tenga la edad que se tenga, siempre se le teme al fracaso, al sentido del ridículo, a muchas cosas que nadie se atreve a confesar abiertamente los temores o los deseos.
ResponderEliminarMe encantó el contexto amiga, un abrazo.
Rosa, Conchi creo que una parte puede ser miedo al fracaso, inseguridad, pero puede que deliberadamente no nos guste confensar nuestros deseos, esa parte de picardía que menciona, desde luego es mejor por estos motivos que por miedo.
ResponderEliminarBesos amigas