Desarmado,
sin coraza ni prejuicios.
Aturdido, cómo un niño pequeño.
Indefenso,
sin razones ni argumentos,
arde mi corazón
esperando tus besos.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...