Desarmado,
sin coraza ni prejuicios.
Aturdido, cómo un niño pequeño.
Indefenso,
sin razones ni argumentos,
arde mi corazón
esperando tus besos.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...
Ay Lara, ojalá que lleguen esta misma noche.
ResponderEliminarBesos
Un corazón en llamas que derrocha amor y espera al mismo tiempo, pero que de seguro, no tardará en aplacar esa sed que aclamas de la persona amda, preciosas e intensas letras Lara, recibe mi abrazo en la distancia.
ResponderEliminarEl corazón siempre guarda esperanzas, por eso seguimos casi siempre esperando. Un abrazo.
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