A veces se nos hiela la sangre,
cuando comprobamos y asumimos
que tenemos los mismos defectos
que observamos y criticamos en los demás,
y como una maldición nos dominan.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...
Pues sí, así es mi queridísima amiga, de ahí el refrán tan famoso de que siempre se tiende a buscar la paja en el ojo ajeno, y antes, debemos buscarla en el nuestro.
ResponderEliminarNadie es perfecto, ningún ser humano está nunca en posesión de la verdad, pero para muchos el morbo ajeno les mueve más que sus propios defectos, somos...humanos imperfectos. Y el mundo anda últimamente revolucionado en todos los aspectos, !una lástima!, que así sea.
Intensa, profunda y bella reflexión nos dejas Lara, un abrazo intenso.
Es inherente al ser humano, demasiadas veces criticamos en los demás nuestra propias actitudes.
ResponderEliminarBesos
La vida es irónica, porque, la mayoría de las veces, nuestras mayores virtudes, son a la vez, nuestros mayores defectos.
ResponderEliminarLara que verdad mas grande y como fastidia cuando te das cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.