METAMORFOSIS
Cambio de apariencia,
de anhelos, de ilusiones.
Cambio de costumbres,
de deseos, de intereses.
Me cambio y me convierto
en luna, mar o estrella,
en gonlondrina, rosa o mariposa.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...
Ya quisiera yo tener ese poder de metamorfosis me vendría muy bien de tanto en tanto, y mira que lo he pensado veces mientras observaba los gusanos de seda.
ResponderEliminarEspero visitarte mas a menudo.
Un abrazo
Profundas letras, bueno, siempre se ha dicho que un cambio no le viene mal a nadie, sobre todo si es para bién, y no me refiero al externo, el interno es quizás más intenso, y cuando se hace, es porque la persona ya está harta de todo lo que le rodea, es como empezar de nuevo. abrazos
ResponderEliminarNos transformamos continuamente, unas veces atendiendo a circunstancias externas y otras por necesidades existenciales...crecer, madurar, en definitiva vivir, ser la misma persona, con el vagage que escogemos y mantener vivo el anhelo de nuevas experiencias.
ResponderEliminarSiempre que exista el deseo de cambiar algo, nuestra voluntad puede ayudarnos a conseguirlo...Un gran abrazo amigas.
Pues si Lara, y si efectivamente llegamos a hacer ese cambio ya sea cual fuere la circunstancia que sea, es porque en el fondo sabemos que lo estábamos necesitando, besitos.
ResponderEliminarEso se llama evolución. El ser humano está llamado a evolucionar, a crecer, como bien dices y sobre todo a aprender de todas sus experiencias. Aquel que se estanca, coarta o resta sus posibilidades de cambio podríamos decir que ya dejó de existir.
ResponderEliminarUn gran abrazo para ti amiga.