Así se sella un trato,
un pacto de confianza
entre tu mano y mi mano.
No hay estrategias, ni pretextos
simplemente lealtad.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...