Vivir con la angustia
de no saber nada,
el tiempo no cura
ni cierra las llagas.
Sentir que el amor
nunca se acaba,
no se olvidan de ti
mi piel, mis entrañas.
Luchan sin tregua
mis débiles esperanzas,
contra el marchito recuerdo
que late en mi cama.
Abrazan la noche
las estrellas saladas
y no se olvida de ti
este amor que no acaba.