.

.

17 enero 2011




A veces al amanecer
 cuando no sabemos con certeza
 si estamos dormidos o despiertos,
 o a la hora del crepúsculo
cuando las sombras nos hacen dudar
 de nuestros sentidos,
 adivinamos presencias,
 susurros, aleteos, risas contenidas
 y hasta puede rozar nuestra mejilla
 algo que no podemos definir…



… son los Ángeles… vienen y van,
 escuchando nuestros secretos
 y susurrándonos melodías…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivos

*