Te vas,
no me dejas nada
cuando me das
la espalda.
Se viste de tristeza
el cielo y mi alma
la noche se transforma
en melancólicas mañanas.
Mi paraíso particular, mis excusas, mis pretextos. La catarsis de mis emociones, disfruto, río, sufro, lloro, siento... Si no puedo vivirlas, al menos las sueño...
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